TALLERES MINDFULNESS PADRES Y MADRES
El mejor regalo que podemos hacer a nuestros niños es el de nuestra propia presencia
Kabat Zinn
La educación de los hijos es una maravillosa mezcla de alegría, preocupación, risas, estrés, juego, frustración, ternura, caos…. Requiere de los padres una reorganización no solo de tareas y rutinas, también de prioridades. Requiere asimismo que los padres sean capaces de armonizarse con ellos mismos y con los demás, para generar una convivencia de calidad.
Actualmente el modelo familiar está en transformación, la tendencia actual es establecer familias con menor número de hijos. Nadie enseña a ser padre, pero además, el ritmo de vida “date prisa” acelerado, y las múltiples ocupaciones y actividades de padres e hijos restan tiempo y energía para la labor que constituye la crianza y educación de los niños.
“Venga, vamos” Son algunas de las frases que los niños oyen desde que se levantan.
No existen recetas mágicas para educar, sino personas siempre en proceso de cambio ante un entorno igualmente cambiante. En este escenario de flujo constante, es frecuente que tanto padres como hijos desarrollen patrones rígidos de comportamiento que provocan respuestas automáticas por la práctica repetida. Cuando una respuesta se encuentra muy automatizada resulta muy difícil de cambiar, y suele estar asociada a un nivel de conciencia escaso de lo que en realidad sucede.
La práctica de la atención plena ayuda a ejercer una crianza y educación consciente. En realidad se trata de vivir la educación en sí misma como una práctica de atención plena.
Hace ya muchos años que existen las escuelas de padres, en colegios e instituciones educativas. En general, éstas se basan en un modelo donde un experto asesora e instruye pedagógicamente a la familia. La mayor parte de las escuelas y talleres de padres se abordan desde una lógica instructiva y, en consecuencia, se espera que los padres simplemente adopten la forma “correcta” de ser padres que el instructor les propone. Sin embargo, aún en el caso de que uno no sea padre o lo sea por primera vez, posee un modelo de cómo serlo, a través del modelo que proporcionaron los propios padres. Estos modelos, que se aprenden en la práctica del vivir en la familia de origen, se aprenden de forma implícita y por tanto, en gran medida, son inconscientes y automáticos.
Las escuelas de padres más habituales no trabajan con estos modelos heredados de las familias de origen, ni suelen ocuparse de ayudar a los padres a señalar automatismos derivados ellos. Por lo general, focalizan en temas como:
a) regulación emocional
b) comprender las necesidades de los hijos
c) estrategias de comunicación
d) gestión de conflictos.
Estos contenidos son valiosos y sin duda ayudan, pero falta un trabajo profundo con los padres dirigido a que puedan darse cuenta de cuándo están funcionando en piloto automático y condicionados por el pasado, para ser más conscientes del momento presente. La atención plena es la herramienta.
“Es increíble comprobar cómo cambia radicalmente la actitud de los niños en cuanto perciben que estamos con ellos con nuestros cinco sentidos. La relación padre-hijo se convierte entonces en un flujo constante: las tensiones desaparecen y se alcanza una mágica sensación de gratitud y equilibrio”.
Jon y Myla Kabat-Zinn proponen a los padres y madres:
- Intenta imaginar el mundo desde el punto de vista de tu hijo.
- Imagínate cómo se te ve y escucha desde el punto de vista de tu hijo.
- Practica ver a tus hijos simplemente perfectos tal como son.
- Permanece atento a tus expectativas respecto de tus hijos, revísalas, cuestiónalas.
- Atiende las necesidades profundas de tus hijos.
- Cuando te sientas perdido, detente y respira.
- Desarrolla la presencia silenciosa y la escucha.
- Aprende a vivir las tensiones sin perder tu propio equilibrio.
- Pide disculpas a tu hijo cuando sea necesario.
- Date cuenta de que cada hijo es especial y tiene sus propias necesidades.
- Pon límites firmes desde el conocimiento y el discernimiento, y no desde el miedo o el deseo de control.
- Trabaja continuamente en la meditación y en el propio autoconocimiento a fin de poder dar a tus hijos lo mejor que tienes: tú mismo.
El trabajo con los padres/madres se realiza de forma grupal en sucesivas sesiones. El enfoque de los talleres es eminentemente práctico y por supuesto se da espacio a los participantes para compartir experiencias con las prácticas y las vivencias con los hijos.